TERRORES NOCTURNOS
TERRORES NOCTURNOS
Suelen ocurrir entre 2 o 3 horas después de que el niño se duerme.
Terror Nocturno. |
Durante un episodio se puede:
- Comenzar con un grito atemorizante.
- Sentarse en la cama y verse asustada.
- Mirar fijo y con los ojos muy abiertos.
- Transpirar, respirar pesadamente y tener el pulso acelerado, la cara ruborizada y las pupilas dilatadas.
- Patear y pegar.
- Ser difícil de despertar y, si se logra, mostrarse confundida.
- Ser difícil de consolar.
- No recordar el suceso a la mañana siguiente o tener pocos recuerdos de este.
- Posiblemente, salir de la cama y correr por la casa o tener una conducta agresiva si se le impide el paso o se la contiene.
- Tratar de empujarlo, especialmente si usted trata de abrazarlo.
La mayoría de los niños se vuelven a dormir después de un terror nocturno porque en realidad no se han despertado. Al contrario del caso de las pesadillas, un niño no recordará un terror nocturno.
Existen varios factores que pueden contribuir a causar los terrores nocturnos, por ejemplo:
Existen varios factores que pueden contribuir a causar los terrores nocturnos, por ejemplo:
- Privación del sueño y cansancio extremo.
- Estrés.
- Interrupciones en el horario para dormir, viajes o interrupciones del sueño.
- Fiebre.
¿Cómo ayudar a tu hijo a superar los miedos nocturnos?
La coherencia y las rutinas son calmantes y le ayudarán a dormir mejor ahuyentando a los malos pensamientos.
Mantener la calma en cada episodio, suelen ser más impactante para los padres que para el niño.
Lleva un diario de sueños podría ayudar a saber los hábitos de el niño, y saber si hay algo que desencadene el terror nocturno, con duración de 1 a 2 semanas.
Que contenga los siguientes datos:
Los terrores nocturnos son más comunes en en los niños de entre 3 y 7 años de edad y mucho menos comunes después de eso. Pueden ser hereditarios. Se pueden presentar en adultos, especialmente cuando hay tensión emocional o consumo de alcohol.
- ¿Dónde duerme el niño?
- ¿Cuántas horas duerme durante la noche?
- ¿Qué necesita para dormirse? (por ejemplo: un juguete favorito o una manta)
- ¿Cuánto tiempo le toma dormirse?
- ¿Qué tan a menudo se despierta durante la noche?
- ¿Qué hace usted para controlarlo o hacerlo sentir mejor cuando se despierta durante la noche?
- La hora y la duración de las siestas durante el día.
- Cualquier cambio o estrés en el hogar.
Los terrores nocturnos son más comunes en en los niños de entre 3 y 7 años de edad y mucho menos comunes después de eso. Pueden ser hereditarios. Se pueden presentar en adultos, especialmente cuando hay tensión emocional o consumo de alcohol.
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