NUESTRA MENTE EN LA CUARENTENA
MAL HUMOR, IRRITABILIDAD Y
SENSIBILIDAD EN LA CUARENTENA
Estar en cuarentena o verse obligado a estar aislado por la situación que estamos viviendo en el país y en el mundo genera consecuencias en salud mental.
¿Qué pasa en la mente durante la cuarentena?
Cuando alguien es privado de su libertad, por motivos de salud, desarrolla unas reacciones muy variadas, el estudio de la Dra. Samantha Brooks del King’s College de Londres apoya explicándolo así:
El primer sentimiento prevalente es la ansiedad.
Experimentando un temor Igual que el resto de la sociedad realizando preguntas como: ¿Estoy enfermo? ¿Me pondré grave? ¿Me moriré? ¿Contagiaré a mis familiares? ¿Morirán por mi culpa?
El segundo sentimiento prevalente es la depresión.
Es real que tenemos una oportunidad para terminar siendo mejores personas que antes de la cuarentena. Los elementos de mindfulness, autocompasión y de psicología positiva son herramientas trascendentales en la salud pública y el bienestar individual y familiar.
Podemos aprovechar a combatir el mal humor, irritabilidad y sensibilidad realizando estas actividades:
Perdemos tiempo y energía peleando porque esta situación se está presentando.
El segundo sentimiento prevalente es la depresión.
La persona, al principio se siente aburrida y desanimada, haciendo el duelo por la pérdida de su libertad, aunque sea temporal.
El tercer sentimiento intenso es el de la rabia.
El tercer sentimiento intenso es el de la rabia.
La ansiedad y el temor, nos impulsa a funcionar psicológicamente de un modo primitivo, del modo de ataque–huida–congelamiento.
El mal genio entre los encerrados en este caso es normal, el target más común para esa rabia es quien esté más próximo: el familiar cercano.
Por esto las relaciones familiares son especialmente difíciles y conflictivas en estas situaciones de confinamiento obligado. El estrés en estas situaciones es muy alto.
¿Cómo aprovechar la cuarentena para crecer interiormente?
Es real que tenemos una oportunidad para terminar siendo mejores personas que antes de la cuarentena. Los elementos de mindfulness, autocompasión y de psicología positiva son herramientas trascendentales en la salud pública y el bienestar individual y familiar.
Podemos aprovechar a combatir el mal humor, irritabilidad y sensibilidad realizando estas actividades:
- Aceptación:
Perdemos tiempo y energía peleando porque esta situación se está presentando.
Como individuos es importante reflexionar y aprender las lecciones sociales, medioambientales y epidemiológicas de esta pandemia y vale la pena dedicar un tiempo a reflexionar, cada uno o en familia, sobre estas preguntas.
Reflexionar constructivamente, acepta lo que está ocurriendo y las medidas preventivas que se sugieren, no puedes cambiar la realidad, pero si se puede cambiar de mentalidad, como un budista radical, quien en esta situación diría: “Ven aquí querida cuarentena, te abrazo, siéntate a mi lado y explícame lo que me quieres enseñar”.
Al estar en confinamiento, vive un día a la vez y cada día lo mejor posible. La cuarentena tiene un límite y va a durar el tiempo que tenga que durar y acabará. Esta situación también pasará.
Trázate un objetivo temporal cumplible, de esa manera habrá un motivo REAL para levantarse cada mañana y al levantarte ya sabrás lo que tienes que ponerte a hacer.
Planear sesiones de ejercicio físico de manera individual o en familia. En estos momentos de cuarentena puedo recomendar actividades que disminuyan el estrés. Es importante mantener el cuerpo activo.
Está comprobado científicamente que la meditación es una muy buena herramienta, las personas que meditan regularmente, regulan mejor sus emociones, son más compasivas, creativas y relajadas.
- Vive el presente:
Al estar en confinamiento, vive un día a la vez y cada día lo mejor posible. La cuarentena tiene un límite y va a durar el tiempo que tenga que durar y acabará. Esta situación también pasará.
- Maneja el tiempo:
Trázate un objetivo temporal cumplible, de esa manera habrá un motivo REAL para levantarse cada mañana y al levantarte ya sabrás lo que tienes que ponerte a hacer.
- Actividad física:
Planear sesiones de ejercicio físico de manera individual o en familia. En estos momentos de cuarentena puedo recomendar actividades que disminuyan el estrés. Es importante mantener el cuerpo activo.
- Meditar:
Está comprobado científicamente que la meditación es una muy buena herramienta, las personas que meditan regularmente, regulan mejor sus emociones, son más compasivas, creativas y relajadas.
Es una herramienta que apoya a volver una y otra vez al aquí y el ahora de cada momento presente y disfrutarlo en la medida de lo posible.
Se puede combatir el mal humor, irritabilidad y sensibilidad generadas por el aislamiento, con una mayor conexión humana.
- Conexión emocional:
Se puede combatir el mal humor, irritabilidad y sensibilidad generadas por el aislamiento, con una mayor conexión humana.
Contacto humano significativo hacia afuera, por ejemplo, con videollamadas, procurar tener diálogos constructivos.
La otra conexión importante es con los miembros de la familia con los que se comparte el encierro donde puedan replantarse en cómo mejorar la relación interna, probar cosas nuevas y re- conocer al otro.
Vale mucho la pena que registremos nuestros análisis y reflexiones, desahoguemos nuestros sentimientos, esto se puede hacer escribiendo, La palabra escrita relaja, desahoga y profundiza la reflexión más que la palabra dicha.
Es fundamental que las familias sean conscientes y construyan entre todos tratados de paz, acuerdos de no agresión y de estímulo al buen trato, la ternura, la compasión, el juego en familia, para estimular la parte adulta y conciliadora de cada uno, y no la infantil caprichosa que agrede cuando se siente amenazada.
Agradecer conscientemente es uno de los mecanismos psicológicos que más disminuye el estrés interpersonal y mejora la convivencia.
La otra conexión importante es con los miembros de la familia con los que se comparte el encierro donde puedan replantarse en cómo mejorar la relación interna, probar cosas nuevas y re- conocer al otro.
- Escribir:
Vale mucho la pena que registremos nuestros análisis y reflexiones, desahoguemos nuestros sentimientos, esto se puede hacer escribiendo, La palabra escrita relaja, desahoga y profundiza la reflexión más que la palabra dicha.
- Acuerdo de paz familiar:
Es fundamental que las familias sean conscientes y construyan entre todos tratados de paz, acuerdos de no agresión y de estímulo al buen trato, la ternura, la compasión, el juego en familia, para estimular la parte adulta y conciliadora de cada uno, y no la infantil caprichosa que agrede cuando se siente amenazada.
- Agradece:
Agradecer conscientemente es uno de los mecanismos psicológicos que más disminuye el estrés interpersonal y mejora la convivencia.
Incluye en tus escritos sobre hechos sobre los cuales agradeces cada día, acuérdate de incluir en tus videollamadas y en cada una de las conexiones afectivas que establezcas hacia afuera un elemento de gratitud.
Hay razones para ser optimistas.
- Ser optimistas:
Hay razones para ser optimistas.
Las sociedades y las personas se fortalecen durante y después de las crisis. La enorme mayoría de los enfermos no son graves y superan la enfermedad. Proyéctate con optimismo hacia el futuro, haz planes, esta crisis pasará.
En conclusión, todo es transitorio y esta es una oportunidad valiosa para crecer y evolucionar de manera individual y con quienes estamos compartiendo nuestra casa y como acompañamiento es importante el apoyo emocional recuerda que puedes acudir a terapia vía online.
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