UN DÍA DEDICADO A MAMÁ
UN DÍA DEDICADO A MAMÁ.
El Día de la Madre se celebra en distintas fechas a lo ancho y largo de todo el mundo, pero su origen viene desde la antigua Grecia, se celebraba el día de la madre en honor a Rea, la madre de los dioses Zeus, Poseidón y Hades por lo que podemos decir que su origen se remite hasta hace más de 3000 años. En México, el 10 de Mayo de 1922, se declaró como día especial para celebrar a las madres, a partir de esta fecha todos los días 10 de Mayo, sin importar que día de la semana sea, se celebra el día de la madre. Este, generalmente se festeja con una comida familiar, una serenata, con arreglos florales, detalles hechos a mano, entre muchos otros.Sin embargo, el significado de ser mamá es más profundo que una celebración anual, el SER mamá lleva más significado del físico o de las actividades que realizan, es una transformación mental, emocional y espiritual, es una adaptación a un cambio de vida, de tiempo, de prioridades, es la capacidad de salirse de uno mismo para voltear a ver al otro.
Significa entregar el 100% y todas las fuerzas para cada día ser un ejemplo, tener sentimientos encontrados al ver a los hijos crecer, disfrutando sus logros y apoyándolos en sus caídas, nostalgia cuando avanzan y se hacen cargo de sus propias vidas, empieza a tener sentido lo que llamamos “amor incondicional”
La maternidad no significa sonreír siempre, significa un sinfín de preocupaciones; aguantar peleas y tolerar con toda la paciencia del mundo la infinidad de sinsentidos que tiene la vida, la propia y la de los hijos. Su debilidad es su punto fuerte y este siempre será el amor hacia los que cada día encienden su corazón y sus ganas de vivir.
Con el fin de celebrarles este día e hilar lo que escribo en las líneas anteriores, comparto la siguiente historia:
LA MAMÁ MÁS MALA DEL MUNDO:
Yo tuve la Mamá más mala de todo el mundo.
Mientras que los niños no tenían que desayunar, yo tenía que comer cereal, huevos y pan tostado.
Cuando los demás tomaban refrescos y dulces para el almuerzo, yo tenía que comer un sándwich y un licuado.
Mi Madre siempre insistía en saber en dónde estábamos, también tenía que saber quiénes eran nuestros amigos y lo que estábamos haciendo.
Insistía en que, si decíamos que íbamos a tardar una hora, solamente nos tardaríamos una hora.
Me da vergüenza admitirlo, pero hasta tuvo el descaro de romper las leyes contra el trabajo de menores. Hizo que laváramos trastos, tendiéramos camas, y aprendiéramos a cocinar, a planchar y muchas cosas igualmente crueles.
Hasta creo que se quedaba despierta en la noche pensando en las cosas que podría obligarnos a hacer. Siempre insistía en que dijéramos la verdad.
Y cuando llegamos a la adolescencia nuestra vida se volvió aún más miserable.
Nadie podía tocar el claxon para que saliéramos corriendo. Nos avergonzaba hasta el extremo, obligando a nuestros amigos a llegar a la puerta para preguntar por nosotros.
Mi Madre fue un completo fracaso. Ninguno de nosotros ha sido arrestado. Cada uno de mis hermanos ha servido en una misión y también a nuestro país, y ¿a quién debemos culpar? Tienen razón: a nuestra Madre.
Vean de todo lo que nos hemos perdido. Nunca hemos podido participar en una manifestación, en actos violentos y miles de cosas más que hicieron nuestros amigos.
Ello nos hizo convertirnos en adultos educados y honestos, trabajadores, responsables. Y saben algo, tomando esa referencia, yo estoy tratando de educar a mis hijos de la misma manera.
Y le doy gracias a Dios por haberme dado a “LA MAMÁ MÁS MALA DEL MUNDO”.
Y para las mamas que ya no están; Pensemos que no es un adiós, es un hasta luego y que siempre estará viva en nuestro recuerdo y en nuestro corazón, nosotros somos la continuación de su historia, nosotros somos la extensión de lo que ellas fueron, así, cuando replicamos enseñanzas, hacemos o decimos algo parecido a lo que hacían/decían o recordándolas simplemente con la frase: “Así lo hacía mi mamá”, es un día para decir gracias y aunque ese vacío no se llenará y el tiempo compartido nunca será suficiente, siempre podemos voltear al cielo y cuando nos ocurra algo bueno o sintamos que alguien nos cuida podemos decir: “Sé que fuiste tú.”
La madre Teresa de Calcuta dijo:
“Enseñarás a volar, pero no volarán tu vuelo. Enseñarás a soñar, pero no soñarán tu sueño. Enseñarás a vivir, pero no vivirán tu vida. Sin embargo, en cada vuelo, en cada vida, en cada sueño, perdurará siempre la huella del camino enseñado”.
¡MUCHAS FELICIDADES A TODAS LAS MAMÁS!
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