SENTIMIENTO DE FRUSTACIÓN.

SENTIMIENTO DE FRUSTRACIÓN.

La frustración se define como el sentimiento que se genera en una persona cuando no puede satisfacer un deseo planteado. El punto clave se encuentra en la capacidad de procesar y aceptar esta diferencia entre lo ideal y lo real. Así, el origen de la problemática no se encuentra en las situaciones externas, sino en la forma en la que la persona las afronta.

Un adecuado afrontamiento de la frustración consiste en la aceptación tanto del evento externo, es decir lo que ha ocurrido; como del interno, que se refiere a la vivencia emocional de ello.

Factores pueden causarla.

Algunos de los factores que pueden precipitar la aparición de un disturbio de baja tolerancia a la frustración se pueden encontrar:

El temperamento: Las disposiciones internas, biológicas y genéticas como el temperamento distinguen a las personas en sus habilidades innatas, entre las cuales puede incluirse la tolerancia a la frustración.

Las condiciones sociales: En función del entorno social y cultural de la persona influye notablemente en el funcionamiento personal e interpersonal.

Dificultades en la expresión emocional: Un vocabulario restringido, un déficit en la capacidad para identificar y reconocer emociones y no poder expresarlas o hablar sobre lo que se siente se correlacionan con un patrón de baja tolerancia a la frustración.

Dentro de las claves para sobrellevar este sentimiento podemos encontrar varios tips que nos pueden ser útiles, por ejemplo:

• Detectar el problema: Con frecuencia confundimos la sensación de frustración con otros sentimientos o sobredimensionamos su presencia. El primer paso para vencer este sentimiento es detectarlo y no exagerarlo.

• Asumir las pequeñas frustraciones diarias: Si somos conscientes de nuestras emociones descubriremos que, cada día, está compuesto por pequeñas frustraciones. Saber que están ahí y que son parte de la vida ayuda a darles la importancia y el lugar adecuado cuando las decepciones que aparecen son significativas.

• Confiar en ti: La frustración es un sentimiento subjetivo que en ocasiones se puede compartir con otras personas. Cómo afecte en tu vida y el lugar que le darás, es una decisión individual.

• Reconocer habilidades propias: Es momento de darle lugar a tu mejor versión, a ese aspecto resiliente, capaz de sobreponerse a la adversidad.

• Distinguir entre lo personal y lo que no lo es: Aprender a reconocer qué parte de esa frustración te corresponde y cuál no ayuda a sobreponerse más rápido y a que el sentimiento ocasionado sea proporcional a la parte que te toca.

• Hacer ejercicio físico: La actividad física es una manera de combatir la frustración, oxigena el cuerpo y los pensamientos. Los sentimientos negativos disminuyen y se puede pensar y sentir de otra manera.

La cuarentena puede potencializar este sentimiento, sin embargo, mucho depende del enfoque que le demos y de tomar en cuenta las herramientas con las que contamos para sentirnos mejor y si esta sensación después de varios días no baja o ya es un sentir constante, recuerda que puedes optar por agendar una sesión online para el manejo asertivo de la frustración.