EL USO DE TECNOLOGÍAS EN LA INFANCIA.

En la actualidad, vivimos rodeados de aparatos electrónicos: tablets, celulares, televisiones, computadoras… Esto no es que necesariamente o en su generalidad beneficie al ser humano de manera cognitiva.

Las tabletas o celulares se han convertido en uno de los grandes aliados de muchos papás. Esta permite tener al niño tranquilo mientras los adultos se encuentran atendiendo algún asunto, sin embargo, el uso excesivo de estas tecnologías.

¿DE QUÉ MANERA AFECTAN A LOS NIÑOS?

LOS EFECTOS DE LAS DISTRACCIONES TECNOLÓGICAS EN LOS NIÑOS:

Una de las principales labores de los padres o cuidadores primarios es calmar a los niños, es decir, brindarles las herramientas necesarias para una adecuada regulación emocional en su adultez. 

Los niños por si solos no aprenden estas habilidades y sólo a través de los adultos es como logran aprender. Desde luego no es una labor sencilla, pero como mencioné, ellos aprenden de lo que como adultos les transmitamos.

Hay momentos en los que cuando se llega a un punto de frustración, se prueba darles comida, juguetes, el celular o la Tablet, y funciona; todos esos sonidos, movimientos, imágenes y colores hacen que el niño se calme y por lo tanto los adultos también.

Debido a que esto funciona, es normal que se comience a emplear de manera más frecuente, transformándose en un uso excesivo a edades tempranas y en pleno desarrollo cerebral del niño. 

Todo esto que hace estar en una calma momentánea, genera una serie de consecuencias
negativas a largo plazo, por ejemplo:

AISLAMIENTO:
No se le da la misma importancia a conectar emocionalmente y no estaríamos comprendiendo ni apoyando a resolver aquello que ha generado algún tipo de inconformidad. Estaríamos mostrándole al niño a regular sus emociones a través de la distracción, por lo que no se dará una regulación adecuada ante estados emocionales negativos.

RECOMPENSA CONDUCTAS QUE NO SOLUCIONAN NADA: 
El pequeño aprenderá que para conseguir aquello que quiera puede hacerlo a través de un berrinche o enojo. Como consecuencia no estaremos fomentando el autocontrol en el niño ni su tolerancia a la frustración.

ALENTAR EL APRENDIZAJE:
A edades tempranas es de especial importancia el juego simbólico en los niños. Esto consiste en jugar imaginándose en varias situaciones y actuando como si fuera diferentes personajes. Esto permite entender e interiorizar el mundo en el que viven y les rodea.
Pero, por el contrario, la televisión o los videojuegos no permiten este trabajo cognitivo, dado que no hay posibilidad de imaginar y crear a partir de lo que ocurre en el entorno material.


En la infancia las conexiones cerebrales se encuentran aún en desarrollo, y el uso de pantallas puede llegar a generar una adicción.
Podemos pensar que el niño estará concentrado y atento pero la realidad es que no es así, esta es una actitud pasiva ante estímulos novedosos, generándose una desconexión en la atención, planificación, resolución de problemas y memoria.

ALIENTA AL PEQUEÑO: 
Sin querer también se podría estar enviando un mensaje erróneo de que nos molesta en determinadas situaciones. Un niño siempre va a estar moviéndose, hablando, tocando etc. Esto es algo natural en los niños, lo que estaríamos haciendo si siempre recurrimos a la tablet es “anestesiar” su comportamiento.

LES BRINDA UNA FORMA DE EVASIÓN:
En ocasiones, los niños con problemas emocionales emplean el uso de las tecnologías como forma de desconexión. Los videos juegos le permiten estar en un mundo paralelo e irreal, en el que no sienten malestar. Esto fomenta la disociación de los niños, es decir, desconectarse de uno mismo y de la realidad, siendo esta una respuesta de evitación.

En definitiva, diferentes estudios han demostrado que el uso prematuro de las tecnologías puede afectar a la atención, al aprendizaje, impulsividad, problemas relaciones, adicción y problemas de lenguaje.

¿CÓMO DEBEMOS LIMITAR EL USO DE LAS TECNOLOGÍAS EN LOS NIÑOS?

En primer lugar, hay que tener en cuenta que, como adultos, somos un modelo a seguir para los niños, por lo que seremos nosotros los primeros que tenemos que limitar nuestro propio uso de estos aparatos.

Por ejemplo: 

No podemos regañar al niño cuando esté usando el móvil mientras come, si nosotros hacemos lo mismo. 

Si el niño, está compartiendo tiempo con sus adultos es importante dejar el celular a un lado y ese tiempo presente y atender a sus necesidades.

Es importante que no haya aparatos electrónicos en la habitación de los niños. 

Estos deben estar en un sitio visible donde se pueda supervisar el uso que se les dé.

En conclusión, sabemos que los niños aprenden a través de las experiencias con el mundo real y a través de la interacción con los adultos y sus iguales. 

Todas las experiencias que el niño pueda vivir en su día a día, toda interacción con la naturaleza, con el juego etc, son las que marcan su desarrollo y serán determinantes en la historia y desarrollo de su vida. Desde luego esto es algo que se pierde en la interacción excesivo con las pantallas. 

No pasa nada si se utilizan con moderación, cuando caemos en exceso, dependencia o lo usamos como única vía de control, es cuando pueden llegar a existir problemas, pongamos atención a ello.